domingo, 23 de junio de 2013

CRÍMEN

Esa tarde eran como las tres. No había nadie en la calle. Se hacía sentir el comienzo del invierno. Por la ventana de mi casa, vi que habían dejado una bolsa negra de residuos, de esas que se usan habitualmente en consorcios y oficinas. Obsesionada por los casos policiales que conocíamos a diario por televisión, pensé que adentro podía haber algún cuerpo. No sé porqué me decidí a salir de casa. No lo hacía habitualmente. Pero esa siesta, me cubrí con un tapado grande y abrigado de lana rojo. Cubrí mi cabeza y mi cabello desordenado con un gorro tejido del mismo color. Con mis manos enfundadas en unos guantes negros, crucé la calle que permanecía vacía y desierta. Me agaché hasta donde estaba la bolsa de residuos negra. Temblando, abrí el envoltorio. Sentí un escalofrío. Adentro estaban una a una, prolijamente atadas con un moño azul, las cartas que te escribí allá por el año 86, cuando decidí dejarte. Todavía tenían tu perfume. Las guardé bajo el tapado, junto a mi pecho. La bolsa seguía allí frente a mí pero no quise mirar más. Crucé hasta mi casa y me encerré, para no volver a salir.

****************************************************************************

Nombre: Patri Ziasv
Alias
Sitio web
País: Argentina

4 comentarios:

  1. Muy interesante la dosificación del misterio. Lo escondes con habilidad en la precisión de los detalles (de la vestimenta, por ejemplo).

    ResponderEliminar
  2. Felicitaciones amiga, tiene un tono de actualidad. El caso de la chica asesinada en buenos aires y sacada en una bolsa como un residuo, esta fresco en la memoria.
    En el final, algo abierto, me intrigó que mas quedaba en la bolsa.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, días de gripe y noticieros!
    Un saludo,
    Adri

    ResponderEliminar