No solo reemplazaron los cacharros saltados por una vajilla de porcelana fina, sino que el nuevo chef prepara cada día un menú gourmet de tres pasos. Las porciones son mínimas –incluso más escasas que la ración de antes–, ridículamente bien presentadas y maridadas con vinos de colección que nosotros, por la edad, no podemos apreciar. Lo que han hecho con la cocina del orfanato es imperdonable, piensa Oliver.
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Nombre: Débora Benacot
Alias:
País: Argentina
¿Qué comerán los chicos? Creo que la comida gourmet es para los administradores del orfanato. Me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Beto. Calculo que comerán pan y grisines que alcanzarán a robarle a los mozos.
EliminarGatopardismo à la carte. Muy muy bueno, Débora.
ResponderEliminarSaludos van.
San Montelpare
Gracias, Sandra. A los pobres les cambiaron gato por "Liebre en colchón de finas hierbas". :P
EliminarSaludos vuelven.
Mucha ironía rezuma este soplo me gusta, encantada de conocerte vendevalera...
ResponderEliminarBesicos
¡Gracias! El gusto es mío. Besos.
EliminarIronía a la carte, realmente. Muy bueno
ResponderEliminarMerci beaucoup. ¿Desea ver nuestra carta de postres? :)
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ResponderEliminarLos cambios de administración no suelen ser buenos, mucho más si lo que se pretende administrar es el hambre de los estómagos ajenos (en este caso, "estomaguitos"). Muy bueno, Fragaria, me gustó. Cariños, Mariángeles
Oliver twist y Ferra Adria en el mismo micro ;-) me gustó¡
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