A Ernesto Montiel la muerte le llegó en mal momento. Cuando había reunido el valor suficiente para cobrarse venganza, un dolor lo partió en dos. Cayó al suelo con los ojos desorbitados y la lengua fuera. El cuchillo resbaló de sus manos y fue a parar a la alcantarilla del callejón. La víctima, una mala mujer, que había sido la suya, no podía creer la suerte que tenía, y sin pensarlo dos veces, salió huyendo despavorida. Al cruzar la calle, sin mirar, un autobús de línea regular la atropelló. La muerte y Ernesto la esperaban.
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Nombre: Rosa Martínez
Alias: Rosa
Sitio web: Van al Aire
País: España
Rosa: acabo de leer un filme. Me explico: es el final que siempre nos niegan en las películas. La vida es cruel y no siempre gana el bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Menuda hora, menuda muerte...qué cruel es la vida de algunas persona. Qué poca suerte tienen.
ResponderEliminarTrágico y triste,pero muy bien contado.
Besicos amiga.
Me ha encantado, el tono del relato y el final cruel, como la vida misma.
ResponderEliminarBesosss
Pues mira, supongo que efectivamente era la hora señalada, no podía escapar aunque quisiera. Qué bueno Rosa.
ResponderEliminarAbrazos guapa.
Eso es una buena venganza.
ResponderEliminarMe gusta, Rosa. El tono y el ritmo
Besos
Uyyyyy, eso es andar con rapidez, como tus letras que con poquitas cuentas una impresionante historia.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Buen soplo para no salir "corriendo"... (jejeje).
ResponderEliminarMe ha gustado el tono divertido y sereno que has elegido para el micro que habla de muerte.
Un besoooo soplao!
Es genial, Rosa. La escena se ve. Un buen corto para cine.
ResponderEliminarBesos.
De ella nadie se escapa...Nunca puedes engañarla o tratar de huirle. Ella tiene su propio itinerario en el que tú eres uno de sus destinos.
ResponderEliminarMe ha encantado Rosa. Éste, se lo lleva el vendaval.
Buen soplo, aunque muera hasta el apuntador.
ResponderEliminarUn abrazo,
Sí, también me pareció muy cinematográfico. Te los cargas a todos y allí está ella esperando.
ResponderEliminarAbrazos
¡Terrible! un destino escrito e ineludible. Muy bien narrado. Por las dudas quiero dejar aclarado que tengo un cuento (largo) con el mismo final de historia diferente pero podríamos aplicar la misma conclusión: ojo con los actos impulsivos, jaja.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestra lectura y comentario. Si, ya se que soy una asesina, que en mis micros no se salva ni el apuntador. ;)
ResponderEliminarBesos de vendaval desde el aire
Sigue matando, que lo haces muuuuuuy bien!!!
ResponderEliminarEl destino que mala leche tiene a veces. No va mas que a la suya. Qué bueno, Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo, matona.
Excelente Rosa. De cine.
ResponderEliminarUn beso.
Tu historia me recordó la letra original de una canción, decía:
ResponderEliminarAunque no quieras tú
ni quiera yo
ni quiera dios
Luego, el autor fue obligado a cambiar la letra a que dijera "lo quiere dios".
En fin, no había de otra :-)
Un beso, guapa
Es muy de cine, se ve y se siente. La muerte nos espera a todos. Me queda la duda de si realmente era una mala mujer, habría que saber de qué se vengaba Ernesto y si la pobre no pudo, desgraciadamente, escapar a su destino.
ResponderEliminarSi es que al final todos llegamos al mismo sitio.
ResponderEliminarBesotes
Excelente. :)
ResponderEliminarComo dice Puri, es muy visual. Y casi auditivo. Uno se puede hasta imaginar el claxon del bus ante lo inevitable . Me gusto!
ResponderEliminarEsto es lo que llaman justicia poética, ¿no?
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