Antes de los primeros soplos ya estás llorando, y cuando empieza el vendaval subimos al desván y volvemos a sacarlo todo: los chalecos, la balsa hinchable, las gemelas pegándose por el cocodrilo, ajenas a casi todo. Y luego es flotar en llanto, poner la mesa cada día en una habitación, secar las sábanas bajo el ventilador, mirar por la ventana cómo arde todo ahí afuera, cómo los árboles vuelven a quebrarse como entonces, la maldita bicicleta deshecha bajo los restos del almendro.
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Nombre: Jesús Fabregat
Alias: Yisus
Sitio web: Lo bueno, si breve
País: Planeta Vacaciones
Me ha gustado este viento del levante. Muy buen soplo.
ResponderEliminarUn saludo.
El Levante es un viento que conozco muy bien, lo que no conozco mucho son tus letras, me quedo con tu blog, te visitaré, porque tu soplo, es de lo mejorcito que he leído.(espero no molestar)
ResponderEliminarBesicos, amigo.
Gracias, Sara y Capobá; mi casa es la vuestra.
ResponderEliminarBesos
Esas gemelas y los restos del almendro son lo que más me gusta del micro.
ResponderEliminarLo que menos, que no sea mío ;) pero es que aquí soplan más los alisios.
Abrazos
Me gustó. Evocador, abstracto, bello! Y ese "como entonces" recordando otros vendavales
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