DICEN las viejas que, antes de morir, el mago dispuso que arrojasen su cuerpo al mar, pero la esposa como venganza por tantos años de adulterios lo dejó varado en tierra. Desde entonces, agregan las viejas, aquellos que reúnen el coraje para quedarse al lado de la tumba del prestidigitador hasta entrada la noche, se convierten en testigos de cómo el mar —desde las simas de las sombras— hace suyo al camposanto y lo puebla de delfines, hipocampos, tritones y un sinnúmero de criaturas abisales que danzan alrededor del féretro. Tan intensa resulta esta visión, concluyen las viejas, que si el valiente de turno se olvida de aplaudir antes de que den las once, hora en que el mago siempre terminaba sus funciones, amanecerá irremediablemente ahogado en las lejanas costas de vaya uno a saber qué mar.
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Nombre: Gabriel Bevilaqua
Alias:
Sitio web: El elefante funambulista
País: Argentina
Peligroso cementerio, como el mar, como los magos, como distraerse en mal momento.
ResponderEliminarLa (por suerte) ingobernable imaginación de Bevilaqua.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo tu MARAGIA, un ritmo narrativo que ya quisiera, yo...
ResponderEliminarBesicos desde el otro lado del mar
Felicitaciones, tiene la misma magia que su personaje. Un placer leerte. Edith
ResponderEliminarYo aplaudo y de pie. Pero no por miedo a terminar ahogada "en las lejanas costas de vaya uno a saber qué mar" sino porque es un SR. CUENTO.
ResponderEliminarSaludos van.
San Montelpare
Aplaudiremos, plas, plas, plas...
ResponderEliminarBesos de vendaval
Excelente... sólo eso.
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ResponderEliminarNo le falta nada a este micro, Gabriel, ni siquiera el olor a mar. Es excelente, en verdad me ha gustado. Nos leemos, Mariángeles
Buenísimo!
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros amables comentarios. Agradecimiento que hago extensivo a los organizadores por haber implementado el formulario para los que no pudimos estar a la hora señalada.
ResponderEliminarSaludos cordiales
PD. Pablo esperemos que siga ingobernable por mucho tiempo ;)
mmmm Se huele la leyenda.
ResponderEliminarBien visto, Miguelángel. El micro pretende evocar las maneras de las leyenda.
ResponderEliminarSaludos cordiales