Todos los años cuando empezaban a asomar las primeras cerezas y el buen tiempo venía para quedarse, empezábamos la cuenta atrás para la gran noche. Horas antes, nuestros estómagos se llenaban de burbujas revoltosas que nos hacían dar saltitos y reírnos a hurtadillas para que mamá no se diera cuenta. Con el canto del cárabo, nos metíamos en la cama vestidos, tiritando de emoción, esperando la señal de la abuela que no tardaba en llegar. La seguíamos en silencio hasta el bosque, lo tenía todo preparado, el fuego en un claro al lado del arroyo, la lavanda y el romero y el ramillete de genciana y milenrama. Saludábamos a los árboles, abrazándolos hasta que sentíamos su latido. Con su energía en nuestra piel hacíamos un corro alrededor de la hoguera, danzando y cantando al son que nos marcaba la abuela. No tardábamos en convertirnos en bosque, en fundirnos con la noche y cabalgar sobre sus estrellas, éramos brisa, agua y flores, éramos nube, luna y tierra... Si quieres saber si las hadas y los duendes existen, déjate abrazar por el bosque en la noche más larga y tendrás la respuesta.
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Nombre: Esperanza Temprano
Alias:
Sitio web: Quisiera contarte
País: España
Hola, me gustó mucho, es poético y tierno y es bueno su mensaje, no hay que desterrar la magia de nuestras vidas, sólo te sugiero que dado que todos los verbos están en pasado pases también a ese tiempo verbal: "reímos", Edith
ResponderEliminarAsí que aprendiste a ser Xana de tu abuela. Mañana, si no puedes ir a tu bosque, seguro que los árboles pasarán el día viajando para llegar de noche, abrazarte y llenarte de historias para todo el año.
ResponderEliminarUn beso, compañera.
Precioso relato para empezar el verano. Feliz noche mágica de San Juan.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Qué hermoso tu relato, me gusta también, escribir sobre bosques, duendes y noches mágicas. ¿Te gustaría que hagamos contacto? Mi correo es: m.calderonmedina@yahoo.es
ResponderEliminarme gustan estos relatos tuyos en los que nos introduces en un mundo fantástico y real, a la vez.
ResponderEliminarMuchos besos apañera
Una noche mágica para un relato mágico. Apenas para celebrar la noche de San Juan.
ResponderEliminarQué bonito!!! Huele, sabe...
ResponderEliminarBesos de vendaval
Qué auténtico. Yo tengo una amiga bruja y es tal cual. La tía en cuanto se hace bosque se tira unos días que ni te llama. Cómo me gustó, Esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarMientras leía, se fueron dibujando en el ojo de mi mente todos los dibujos de duendes y hadas de Brian Froud y Ciruelo ¿Cómo no creer en la Gente Menuda con un micro que las pinta tan pero tan bien? Cariños, Mariángeles
Hermoso cuento.
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